Capitulo 5.

Pase un buena tarde al lado de Louis, me hacia reír cada dos por tres, y para colmo, cuando llegamos a mi casa me hizo cosquillas. La vergüenza que pase después porque sin querer le di una patada. Pero yo ya le avisé y no me hizo caso. -Lo siento, de verdad.-Le dije por milesima vez.
-Chloe, no importa de verdad.-Sonrio.
Nos miramos, y nos quedamos un rato así, sentados en el sofá. Se acerco a mi poco a poco, sabía que iba a ocurrir, no puedo dejar que eso pase.
Louis estaba a milímetros de mi. Pegué mi mano en su pecho y le aleje un poco.
-Lo siento Louis, pero...-Me interrumpió.
-No importa, debo irme.-Me sonrio y me dio un beso en la mejilla para luego largarse por la puerta.
Suspire, mire el reloj y volví a suspirar. Las nueve y media de la noche. Me muero de hambre, me dirigo a la cocina pero vuelvo al salón porque mi móvil empezó a sonar.no mire quién me llamaba, simplemente lo cogí pensando que es Louis.
-Lo siento Louis de verdad, lo de antes...
-No soy Louis.
-Niall.-Sonrei.-¿Que tal?
-Bien ¿y tú? Supongo que muy bien.
-Em, sí, muy bien.
-¿Me echas de menos?-Reí.
-Claro que te echo de menos rubio, hoy no te he visto.
-Pues abre la puerta.-Me colgó.
Frunci el ceño, y fui hacia la puerta, la abrí y ahí estaba él, sonriendo.
-¿Tienes hambre?
-Sí, estaba a punto de hacer la cena.
-¿Que tal sí cocinas para uno más?-Sonrio.
-Sólo sí me ayudas.-Reí.
Él asistió y le deje pasar. Hicimos la cena, hamburguesas, fáciles de hacer y muy ricas.
Después de cenar, fuimos a mi habitación a ver una película.
-¿Cual quieres ver?-Pregunté.
-Mmm Grease.
-Vale.- Sonrei.
Puse la película y nos tumbamos en mi cama.
A la mitad de la película ya cerraba los ojos, luchaba para mantenerme despierta, pero cada vez me costaba más.
-Niall.-Susurre.
-Dime.
-Me estoy durmiendo.-Y encima estaba apoyada en su pecho.
-Duermete, yo ya me voy.
-No.-Le impedi moverse, colocando mis piernas alrededor de las suyas.-Quiero verte cuando despierte.
No dijo nada, pero sabía que había sonreido y yo también lo hice. Apagó la televisión y me fui quedando dormida encima de él.

Al despertar, le vi a él, con su pelo rubio despeinado y con la boca entre abierta. Sonrei y sonrei. No deje de sonreír mientras le miraba. Aún estaba encima de él. Poco a poco abrió sus ojos azules y sonrio él  también.
-¿Te gusta mirarme mientras duermo?
-Sí, estas tan mono, dan ganas de despertarte a...-Me calle.
Tonta, tonta, tonta. Me repetía una y otra vez en mi cabeza.
-¿Despertarme a que?-Sonrio.
-A nada.-Sonrei y me levanté. Fui hacia la cocina.
-¿A que Chloe?-Me tenía agarrada de la cintura, a pocos milímetros de su boca.
-¿Sí te lo digo, me soltaras y dejaras que haga el desayuno?
-Sí.-Susurro.
-A besos. Ganas de despertarte a besos.-Susurre.
-¿A sí?
-Sí.-Se relamio los labios mientras miraba a los míos.
-Pues yo tengo ganas de besarte, ahora.
Mierda,¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué me pasa esto a mi?
-Niall, es que yo...
-¿Nunca has besando a nadie?
-No, no es eso.
-¿Es por Louis?
-Ni siquiera es por él, bueno sí, en parte sí, pero también soy yo y tú y, joder que complicado es esto.-Me senté en la mesa de la cocina. Niall me siguió y se puso delante de mi.
-Estoy confundido.
-Pues sí tú estas confundido imagínate yo...-Suspire.-Es que derrepente mi vida ha cambiado por completo, sabía que viniendo aquí me iba a cambiar, pero no tan rápido. Y es que antes no tenía a nadie y ahora os tengo a vosotros y no se que es lo que realmente siento. Con Louis estoy genial, me hace olvidar todo lo malo, me hace reír, pero luego estas tú, que haces mi vida más fácil, me llenas por dentro, siento cosas que he sentido pocas veces y ahora me siento querida y...-No me daba cuenta de que estaba llorando cuando Niall se acerco más a mi y me limpio las lágrimas.
-Ya está, Chloe, no pasa nada.
-Sí que pasa Niall, estoy harta de pensar que nunca pasa nada cuando pasa de todo, ahora tengo la sensación de que te voy a perder, a ti y a Louis, sólo por culpa mía, porque no me decido.
-No te preocupes, Chloe, no me vas a perder.
-Dios, tengo que...-Me bajé de la mesa y fui al baño, busque y busque hasta que lo encontré. No puedo hacerlo delante de él, no, lo perdería para siempre. Tengo que echarle. Me gire y ahí estaba él. Mirando fijamente a la cuchilla.
-No harás lo que yo creo que harás,¿verdad?-Susurro.
-Tienes que irte.
-No me iré.
-Vete.
-No.
-Pues sí no te vas, quédate.
Me levanté la manga de la camiseta y clave la cuchilla en mi piel. Me daba igual que estuviera él, no se ha querido ir y yo necesitaba hacerlo.
-¡NOO!-Grito avalanzandose sobre mi y quitandome lo único que me ha ayudado a lo largo de mi vida.